Cosas que Lamentarás Cuando ya seas mayor.

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Tarde o temprano vendrán los tiempos cuando no puedas hacer muchas cosas. Cuando algunas otras se volverán obsoletas o imposibles de realizar. Pero siempre habrá que recordar que mientras seas joven, la vida debe adquirir un sentido, un propósito. Y para llegar a ello se necesita ser proactivo, para no lamentar cosas que no hiciste o dejaste de hacer. Siempre se puede ser mejor.

Aquí una lista de las cosas que probablemente lamentarás cuando seas mayor:

1. No haber viajado cuando tuviste la oportunidad. Viajar es cada vez más difícil a medida que envejeces, pues tener una familia de 3 o más personas resulta más complicado que sostenerte a ti solo. No dejes de hacerlo por miedos o apegos, viajar enriquece y a medida que uno avanza en la vida aumentan los lastres y las cargas y viajar se hace más difícil cuanto mayor es nuestro equipaje.
2. No haber aprendido otro idioma.Te arrepentirás cuando recuerdes que pasaste más de 4 años aprendiendo inglés en la escuela y no recuerdas nada. Lamentablemente esta es una situación que a muchos de nosotros nos pesa y que con el tiempo nos resulta más difícil remediar.
3. Permanecer en una mala relación. Recuerda que “si decides estar en una relación infeliz, has decidido ser infeliz”. Créeme, nadie que haya salido de una mala relación en el pasado, ha recapacitado sin decir que hubieran deseado salirse antes. Las relaciones tóxicas existen y te envenenan poco a poco matando a la persona que realmente eres. Mereces ser feliz.
4. Olvidar ponerte protector solar. Arrugas, lunares, cáncer de piel son algunos de los padecimientos que pueden ser evitados si te cuidas. Recuerda que se puede mantener un estilo de vida saludable sin necesidad de renunciar a “todo”.
5. Perderte la oportunidad de ir a conciertos de tus cantantes favoritos.“Nah!, ni me preocupo, al fin que Amy Winehouse volverá a venir a el año que viene” Ops! Esto es un solo ejemplo de aficiones y cosas que nos llenan y nos hacen disfrutar, busca “tus momentos” y hazlas.
6. Tener miedo a hacer cosas. Siempre que mires al pasado te dirás: “¿Por qué le tenía tanto miedo a eso? Vence tus miedos y atrévete, si no lo haces nunca los vencerás. Esto vale para muchos aspectos de la vida, aplicalo ahora que estas a tiempo. Quizás cuando seas mayor y ya no tengas tantos miedos ni inseguridades sea demasiado tarde.
7. No poner “hacer ejercicio” como una prioridad. Muchísimas personas alcanzarán la plenitud física de su vida acostados en un sillón. Cuando llegues a los 40, 50 y más, lamentarás haberte quedado sin hacer nada en lugar de haberte cuidado un poquito. Quizás si que lo has hecho pero llegados a una madurez dejas de hacerlo y te despreocupas. Es en este momento cuando mas lo necesitas o reinicia la actividad física. Busca aquel tipo de ejercicio físico que más se ajuste a ti.
8. Dejarte definir por roles de género. No hay nada más triste que escucharte decir: “es que en ese entonces esas cosas no se hacías así”. Atrévete a cambiar los paradigmas. Muchas veces somos herederos roles y patrones heredados que a día de hoy no se ajustan al momento en el que vivimos. En tu mano está cambiarlos.
9. No renunciar al trabajo que odias. Ok, entendemos que hay que pagar los recibos, pero si no tienes un plan para mejorar, podrías despertar 40 años después viviendo en un infierno laboral. Da mucho vértigo estas decisiones pero si no te mueves he intentas buscar opciones puede tener peores consecuencias.
10. No haberte esforzado más en la escuela. No es que las calificaciones te hagan más valioso, pero algún día por alguna circunstancia te dirás que habrías deseado poner más atención en clase. Esto es muy difícil de ver según en que momento de tu vida te encuentres, pero si que es verdad que a ciertas edades encontrar o decidir que quieres estudiar o como te quieres formar puede ser una decisión que te marque de por vida. Cuantas mas “herramientas” tengamos mejor nos podremos desenvolver en el futuro.
11. No darte cuenta lo guapo/guapa que eres. Muchos de nosotros pasamos mucho tiempo lamentándonos por no ser tan guapos y gastamos fortunas en mejorar nuestro aspecto en función de unos estereotipos marcados y unos canon de belleza irreal e idealizado. En realidad, somos bellos todo el tiempo. La belleza natural está en la armonía y esta la encontraremos en nosotros mismos, aceptemonos porque el tiempo pasa para todos.
12. Tener miedo de decir “TE Quiero”. Cuando seas grande, verás que aunque tu amor no fue correspondido, siempre habrás querido expresar tus sentimientos. A veces nos cuesta verbalizar nuestros sentimientos y expresarlos libremente. Se puede amar a amigos,parejas, hijos, padres, familiares y hasta sentir este sentimiento por alguien que acabamos de conocer. No nos debe dar miedo decirlo y expresarlo con tranquilidad. Decir “Te Quiero” y que te lo digan es una de las mejores medicinas para el corazón. Díselo a todos aquellos a los que ames o quizás algún día estén tan lejos que no puedas sentir su calor.
13. No escuchar los consejos de tus padres. Lo sabemos, cuando eres joven no los quieres ni escuchar, pero créenos, cuando crezcas, desearás tan siquiera poder escuchar su voz, más aún un consejo. Y lo mejor es que todo lo que te dijeron era cierto. Cuando creces te das cuenta que la experiencia vital de los que te preceden es un tesoro, y pese a que cada uno necesita sus propias experiencias, las pistas y consejos de quien quiere lo mejor para ti no debes ignorar. Un día oirás en tu boca las mismas palabras que tiempo antes ignorabas o no le quisiste dar importancia.
14. Darle mucha importancia a lo que la gente piensa de ti. Te lo juro que en 20 años ni te acordarás de lo que aquella gente decía sobre ti y que tanto te importaba. Hay etapas en la vida en el que las relaciones sociales buscando tu propia identidad pueden marcarte. El tiempo pone todo en su sitio, aprenderás a encontrar tu hueco.
15. Apoyar el sueño de otras personas por encima de los tuyos. Si, ayudar a otros es bueno, siempre y cuando te des también el tiempo y espacio para brillar por ti mismo/a y realizar tus propios sueños. No nubles ni quieras eclipsar los sueños de los demás, para ellos son tan importantes como los tuyos y precisan del mismo apoyo y atención que tu deseas para ti.
16. Guardar rencor o resentimiento por alguien. Eso significa dejar que alguien viva en tu cabeza sin pagar renta. No vale la pena. ¿Cuál es el punto de recordar y recordar el daño que te han hecho? Déjalo ir. Vivir odiando genera un gasto emocional que no merece la pena. Respeta tus duelos, vívelos, siéntelos pero no los perpetúes. Ningún dolor merece ser infinito.
17. No defenderte. La gente grande no deja que nadie les haga algo que no quieren, tu tampoco deberías. Defiende tus derechos y lo que crees, no te dejes avasallar ni pisar por nadie. Para todo hay mecanismos y diferentes formas para poder defenderse.
18. No haber hecho una actividad como voluntario. Créeme, ayudar a alguien voluntariamente a hacer su vida más placentera, es algo que jamás lamentarás. Puede que creamos que nunca tenemos tiempo. Pero no hace falta apuntarse a una ONG, hay muchos momentos en nuestras vidas en las que se nos ofrece la posibilidad de ser voluntarios, ayudar y colaborar para quien más lo puede necesita. Pero como la experiencia del trato y el trabajo directo no hay ninguna.
19. No preguntarles cosas de la vida a tus abuelos antes de perderlos. Ellos ya han pasado por donde tú vas caminando y son una fuente inmensa de sabiduría. No pierdas la oportunidad de quererlos antes de que se vayan. El calor y el amor que podemos dar a nuestros mayores no tiene precio, ellos están llenos de experiencias, escuchales, acompañales. Gracias a ellos y su amor nosotros estamos aquí, no debemos olvidar eso.
20. Trabajar demasiado. Nadie que vaya a morir ha deseado haber trabajado más o haber pasado más tiempo en la oficina. Por el contrario, desearon haber pasado más tiempo con su familia, amigos, pasatiempos. Busca momentos para compartir, si dispones de poco, que sea de calidad. Busca la manera de organizar los tiempos, repartir y equilibrar balanzas.
21. No saber cocinar por lo menos un platillo que te guste. Siempre serás recordado por hacer “Huevos a la Hernández” o “Enchiladas de Susana” o “Pollo a la Elena”. Aprende a cocinar, tú mismo te lo agradecerás. No hay más satisfacción que poder “dar de comer” como mínimo el que a ti más te guste, pero que puedas compartirlo con los que más quieres. La cocina requiere “cariño” y cocinar de esta forma y compartirlo también es una forma de amar…
22. No detenerte para apreciar el momento. Sí, lo sabemos, los jóvenes siempre son muy activos, pero detenerte y admirar a tu alrededor es algo bueno, hazlo. Hay momentos en la vida que pasan una sola vez o por primera vez. Otros son situaciones que se repiten y en la monotonía no somos capaces de apreciar hasta que desaparecen. Lugares y acompañantes de todos estos momentos merecen su “minuto” de reflexión. Para como si congelases ese momento, visualizalo desde fuera y verás lo afortunado que eres por estar ahí.
23. No terminar lo que empiezas. “Me molesta mucho cuando las personas no terminan correctamente los enuncia…”
24. Dejar definirte a ti mismo por expectativas culturales. Nunca dejes que te digan: “nosotros no hacemos eso”. Tu no perteneces a nadie nada más que a ti mismo. Se libre de condicionamientos sociales y culturales de tu entorno para expresarte en libertad y buscar tu propia identidad.
25. No dejar a tus amigos que hagan su propia vida. Las amistades crecen por separado. Cada quien tiene su vida y debe hacer lo que considere mejor para ellos. No dejarlos realizarse es causa de problemas y tristeza. No quieres eso. Las amistades aparecen y desaparecen en la vida por afinidades pero cada cual puede tomar su camino a medida que se madura. Respeta a cada cual en sus decisiones, no te enojes. A veces puede decepcionar pero habrá quien siempre esté y comparta de tus penas y alegrías sean nuevos o de los de siempre.
26. No jugar más con tus hijos. Cuando seas más grande, verás cómo tu hijo pasó de “Papi porfa vamos a jugar” al “Vete de mi cuarto papá”. Antes de que llegue esta situación comparte todo lo que puedas con ellos, es un tiempo que pasa y nunca volverá.
27. No tomar riesgos, especialmente en el amor. Saber que te atreviste a declarar tu amor a alguien, incluso si fue el más grande fiasco de tu vida, será bien visto por ti mismo cuando eres viejo. Aplica para las cosas de la vida cotidiana. Al final lo recordarás con una risa.
28. Preocuparte demasiado por todo. Si las cosas tienen solución ¿para qué te preocupas?, y si no tienen solución, ¿para qué te preocupas? esta frase hecha tiene mucha más razón de lo que parece. Pero si que a cada cosa hay que dedicarle su tiempo y buscar justo el que se merece para no enquistarnos con nada.
29. Hacer más drama del necesario. ¿Para qué? Nadie lo necesita, ni tú ni los de tu alrededor.
30. No pasar más tiempo con tus seres queridos. El tiempo que pasamos con las personas que amamos es limitado y pronto se acabará. Hazlo valer y aprovéchalo al máximo.
31. Nunca haber cantado o hablado frente a una audiencia. Sí, es muy difícil, suena descabellado. Pero atreverte te dará un boost de autoestima increíble. Tú puedes hacerlo, aunque creas lo contrario. Te llevarás una grata sorpresa.
32. No haber hecho el amor más veces con tu pareja. El sexo es el acto supremo de felicidad y éxtasis. Más cuando se hace con la pareja que amas. Desafortunadamente tiene una fecha de expiración. Lamentarás no haberlo hecho más seguido.
33. No haber sido agradecido a tiempo. Es difícil verlo al inicio, pero eventualmente es más claro que cada momento en este mundo, desde el más mundano hasta el más increíble, es un regalo que se nos ha dado y somos increíblemente afortunados de haberlo recibido.

Fuente inicial: http://larutadelailuminacion.blogspot.com.es/